Decidimos pasar la primera noche en el hotel Itzalpea, un establecimiento al que llegamos por azar (Internet tiene a veces esas cosas, resultó ser todo un acierto). Es un establecimiento bien situado, acogedor, limpio, y regentado por una familia que lo hace todavía más recomendable; especialmente por el trato recibido de Evelyne, la chica de la imagen. Supongo que cualquier albergue de la zona nos hubiese resultado más económico, pero, ...¡Qué caray! Digamos que era nuestro primer día en el Camino y queríamos rendirnos este homenaje (tiempos diferentes vendrían sin tardar...) No obstante, mis observaciones del alojamiento en cuestión, han sido realizadas como diez días después de que mi tarjeta de crédito pasara por caja, con lo que mi posible contraprestación por mi comentario publicitario, queda fuera de dudas:...ahí queda, y si merece.
Tras cargar combustible con un buen almuerzo, comenzamos a caminar bien temprano, ya que a pesar de que el día amaneció soleado y la predicción meteorológica del señor Google era buena, no queríamos encontrarnos ninguna sorpresa, pues teníamos por delante 26 kilómetros de Pirineos. Está claro, no podía emprender mi primera etapa sin plasmar en una fotografía el instante de lo que para mí suponía el "Kilómetro 0!. Aunque estimo que el Camino de Santiago comienza en realidad justo cuando pones tu justo al otro lado de la puerta de tu casa para embarcarte en este viaje.
Empezamos a subir, y subir, ....y el tiempo mantuvo su tregua hasta que alcanzamos el punto más alto. Fue en ese momento cuando el viento dijo:...ahora me toca a mi, y nos enfrentamos a un vendaval que difícilmente nos permitía mantenernos en la horizontal. A lo largo del recorrido, no había ningún tipo de establecimiento donde poder repostar. Únicamente hallamos un par de fuentes en las que rellenar nuestras botellas de agua y un par de albergues cerrados; uno a cada lado de la frontera. El primero se encuentra a unos 9Km de Saint Jean, y al parecer, sólo se abren en temporada alta, así que menos mal que no nos vimos en la necesidad de buscar refugio. Alicia, sin duda, acertó al preparar unos bocatas con los que improvisamos un "huracanado" picnic, ello a más de mil metros de altitud.
.....Y pensar que por aquí cruzó Napoleón allá por el siglo XVIII con un ejercito de más de 30.000 soldados para darse un garbeo por España; ...Quién le iba a decir a él, que con el tiempo acabaría llamándose este lugar "El paso de Napoleón". Lo habitual en estas fechas, es que este trozo de recorrido se encuentre intransitable por acumulación de nieve, por lo que aconsejan informarse previamente, pues de ser así, es obligatorio tomar la carretera de Valcarlo.
...Y ahí nos hallábamos, a unos escasos centímetros de lo que se suponía ya como territorio español. En el mojón que delimita esa línea imaginaria que separa lo que es Francia de España, y que se denomina frontera. Justo al lado de una fuente que a esas horas de la tarde se convirtió en nuestro oasis particular.
Hotel Itzalpea, Saint Jean Pied de Port. Francia. |
Km 0, Saing Jean Pied de Port. |
Saint Jean Pied de Port. |
Paso de Napoleón. |
Frontera Francia-España. |
A lo largo de las siete horas que tardamos en completar el recorrido, llegué a pensar que hoy habíamos empezado a caminar "cuatro gatos", pues únicamente fuimos coincidiendo con un americano de forma esporádica. Aunque nada mejor que el primer día para conocer, en primera persona la realidad del Camino. A unos tres kilómetros de Roncesvalles, hallamos tirada en el suelo a Yolanda, una californiana que andaba a duras penas con la ayuda de dos bastones, y que solamente accedió, a que le transportaran su mochila hasta el albergue de Roncesvalles, pues quería llegar caminando hasta allí. Por lo que nos comentó, su intención, tardase lo que tardase, llegar al final. Era la promesa que se había hecho a sí misma tras haber superado una enfermedad que le había obligado a permanecer encamada un largo periodo de tiempo. Un par de senderistas que conocían la zona nos comentaron que a Roncesvalles se podía llegar a través de dos caminos diferentes: el más "seguro" ( ...y pongo comillas, porque no me quiero imaginar cómo será el otro), que fue nuestra opción, pues primaba la seguridad debajo de nuestras botas, consistió en un momento dado, seguir de frente según marcaban las flechas de los árboles, e ir a buscar por un sendero cuesta abajo, y a modo de tobogán, la carretera hacia la localidad de Valcarlo. Así, como he dicho antes, si ésta era la opción "fácil", cómo sería la "difícil". Esta hubiese consistido en tomar un sendero que las flechas marcaban a la izquierda, y transcurría por el interior de la selva de hallas de Irati. Un bosque en el que al parecer, a duras penas entra el sol cuando llega la primavera.
De repente, y según íbamos caminando por el arcén de una carretera, el sonido de una campana replicando a lo lejos nos anunciaba que habíamos llegado a Roncesvalles y superado nuestro primer asalto. Una vez allí, decidimos pasar la noche en su albergue parroquial Convento Hospital. Alicia me comentó que había sido reformado hacía unos cinco años, y que sus instalaciones eran aceptables. Se trata de un alojamiento en el que las literas se disponen de cuatro en cuatro, en habitaciones abiertas a lo largo de varios pasillos en grandes salas. Algo que en cierto modo evita una sensación de masificación. Y bueno, lo que es más importante, la equipación de aseos y duchas es suficiente; evidentemente, las fechas en las que nos encontrábamos eran susceptibles de un número menor de gente hospedada. Lo dicho, y en base anuestra experiencia, 100% recomendable.
Roncesvalles, u Orreaga en euskera, a lo largo de la historia ha sido el sitio obligado de paso de aquellos peregrinos que procedían de Francia en su caminar hacia Santiago de Compostela. Aunque antes de este periplo jacobeo, mucho antes, fue la puerta de entrada a la península ibérica de pueblos nómadas como el de los celtas o godos. Al parecer, el nombre de Roncesvalles se refería al primer terreno llano que se encontraban los viajeros tras atravesar la cordillera pirenaica. De su Real Colegiata de Santa María, monumento a destacar del lugar, es de estilo gótico, y a pesar de que se levantó aquí en el siglo XIII, el edificio actual difiere un tanto del original, a consecuencia de algún que otro incendio o contienda en la zona; es lo que tiene ser un lugar fronterizo, que su situación estratégica lo convierte en un punto caliente de continuos conflictos en el tiempo.
Una vez pasados por agua y según lo establecido, regresamos a Saint Jean en autobús para recoger el coche de Alicia y dejarlo listo para el día siguiente, pues repetiríamos el mismo proceso. Es decir, utilizar el vehículo de armario móvil en nuestro caminar hasta Zubiri. y caminar hasta Zubiri.
Sobre la etapa, echando la vista atrás y retrocediendo nuestros pasos al punto de partida en Saint Jean Pied de Port, he de reconocer que fue un día durísimo. Ahora bien, hay que tener en cuenta y destacar a su vez, que es la primera jornada de Camino, y eso la lleva en sí a tenerla más en cuenta, y que por la mente merodeara en ocasiones la idea de:..."si todo va a ser así.¡¡MADRE MÍA!!". No obstante, estimo que hay afrontarlo como lo que es, con las fuerzas de las que cada uno disponga; Se tarde lo que se tarde.
Cuando le comenté a Alicia que tenía la intención de hacer el Camino de Santiago yo solo, su respuesta instantánea fue: "Te pierdes seguro...". Verás, planificar esta aventura resultaba todo un reto para mi, pues digamos que como comenté al principio de este relato,...más que ver bien, yo intuyo. Así de entrada, mi planteamiento era seguir a cualquiera que llevase una mochila a la espalda;...digo yo que llegar,... llegaré, aunque no me cuesta reconocer que hoy, sin su ayuda, lo que es alcanzar Roncesvalles, lo hubiese hecho, pero eso sí, alguna que otra hora más tarde. Por ello, al ponerla al corriente de mis pretensiones, no dudó en ofrecerse a caminar las dos primeras etapas conmigo; ello a fin de impartirme unas pequeñas nociones de orientación. Ya que ella ha transitado por aquí en varias ocasiones y conoce bien el territorio. Alicia es una amiga y colega fisioterapeuta de Irún, que como buena vasca es dura;...y si, lo digo ahora que no me escucha, y...tozuda. En fin, para cuando acabe este blog, y si llegas a leer estas letras:...Alicia, gracias,...muchas gracias por venir y acompañarme.
Seguiremos hablando.
Albergue Hospital de Roncesvalles. |
Real Colegiata de Santa María de Roncesvalle |
Una vez pasados por agua y según lo establecido, regresamos a Saint Jean en autobús para recoger el coche de Alicia y dejarlo listo para el día siguiente, pues repetiríamos el mismo proceso. Es decir, utilizar el vehículo de armario móvil en nuestro caminar hasta Zubiri. y caminar hasta Zubiri.
Sobre la etapa, echando la vista atrás y retrocediendo nuestros pasos al punto de partida en Saint Jean Pied de Port, he de reconocer que fue un día durísimo. Ahora bien, hay que tener en cuenta y destacar a su vez, que es la primera jornada de Camino, y eso la lleva en sí a tenerla más en cuenta, y que por la mente merodeara en ocasiones la idea de:..."si todo va a ser así.¡¡MADRE MÍA!!". No obstante, estimo que hay afrontarlo como lo que es, con las fuerzas de las que cada uno disponga; Se tarde lo que se tarde.
Alicia Ortiz Cenitagoya, Irún, España. |
Seguiremos hablando.
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