miércoles, 2 de noviembre de 2016

Día XXVI. 23.11.2015: Ponferrada > Villafranca del birzo (27.3 Km);...y tras la tempestad vino la calma.



Esperanza, en su albergue Alea
de Ponferrada.
  ...Y tras la tempestad vino la calma. Después del latigazo que nos dio ayer la climatología, hoy el día abrió dando un giro de 180º, y el sol, conforme avanzaba la mañana fue haciéndose un hueco en el cielo. No obstante, y para evitar cualquier sorpresa, aceptamos el magnífico desayuno que nos preparó Esperanza...Nada mejor que salir a caminar con el depósito bien cargado de "gasolina proteica". Siempre que se pueda, como ya he comentado en alguna que otra ocasión, es la mejor opción para ganar  tiempo. Luego,...quién sabe. En cuanto a lo advertido  ayer acerca de los posibles abandonos de Almas Errantes: Giulia y Su, quien finalmente apareció en Ponferrada, han optado por adelantarse en autobús hasta Sarria. Allí podrán descansar, poner sus pies a punto, y afrontar con garantías los últimos cien kilómetros hasta Santiago, con lo que  nosotros las alcanzaremos, si todo discurre sobre lo previsto, en unos tres días. Por su parte, la chica lituana ha optado por no descansar y persistir en seguir caminando. Presiento que esa selección natural  de Darwin está a punto de imponer su ley.


Castillo Templario de Ponferrada.





  El desarrollo de la etapa anterior y las vicisitudes que ésta acarreó, nos privó de  poder hacer una pequeña visita turística a Ponferrada. Afortunadamente, cuando nos dispusimos a abandonar la ciudad, tuvimos el privilegio de pasar junto a su emblemático Castillo Templario. El edificio fue construido por los Caballeros de la Orden del Temple allá por año 1178, con el beneplácito del rey Fernando II de León. La fortaleza se levantó, como es de suponer, sobre las ruinas de otra construcción, un antiguo castro celta que a su vez, había sido ocupado posteriormente por romanos y visigodos; ...la historia está plagada de "ocupas" 



Iglesia de Santa María, Fuentes Nuevas.



  La ruta nos obligó a ir en dirección norte, en lugar de hacerlo hacia el oeste, que hubiera sido lo lógico sobre un mapa, ya que salimos de Ponferrada dando un pequeño rodeo. Por recorrido, tuvimos de todo: asfalto, pistas de tierra. y algún que otro sendero, a través de las poblaciones de Columbrianos, Fuentes Nuevas, Camponaraya y Cacabelos. Aunque eso sí, el día lo afrontábamos con el aire fresco de contar con la compañía de Ainhoa, que sin duda nos aportaba una ración extra de O2.



Restaurante Moncloa; antes Prada a Tope, Cacabelos.
  Este es el patio del restaurante Moncloa de Cacabelos. El cual, me trae muy buenos recuerdos debido a mi amigo Rafa Polo. Él estuvo trabajando cerca de aquí, en el hospital Comarcal del Barco de Valdeorras, y alguna que otra vez que vine a visitarle acabábamos celebrando algo en su interior. Por aquel entonces, se hacia llamar Prada a Tope. En fin,...no dejó de ser para mi un dulce "Déjà vu".





Iglesia de Santa María,
Cacabelos.
  De esta Iglesia de Santa María, levantada en Cacabelos hacia el siglo XII, sólo queda su ábside original. Inicialmente era una construcción de estilo románico, pero las sucesivas remodelaciones la han conducido a este aspecto actual, cuyo campanario se diría que se corresponde con las torres de los castillos que aparecen en las ilustraciones de los cuentos de los Hermanos Grimm. Con respecto a los orígenes de la villa de Cacabelos, se remontan a tiempos anteriores a la romanización. Los romanos conocieron estas tierras con el nombre de Bergidum, y su importancia en aquella época se constata por el paso a travfés de su entorno de la Vía Nova (calzada romana que unía la ciudad portuguesa de Braga con Astorga), y por el hecho de que éstos situaran en la antigua Cacabelos, las oficinas que administraban las minas de oro que explotaban en los yacimientos existentes en el paraje de las Médulas, a unos  escasos treinta kilómetros de allí. Actualmente el parque natural de Las Médulas está considerado Patrimonio de la Humanidad. 





Río Cúa.
   Después de un buen tentempié a base de tortilla de patata y un sabroso "pulpo a feira", logramos convencer a nuestros estómagos de que teníamos que seguir caminado. Lamentablemente, abandonamos aquel establecimiento y retomamos la ruta cruzando de un lado a otro el puente Mayor sobre el río Cúa, y llegamos a la población de Pieros, a un par de kilómetros de allí.



Santurario de Las Angustias, o
de La "Quinta Angustia", Cacabe
  Antes de salir de Cacabelos, y prácticamente en sus últimas casas, nos topamos con este Santuario  de las Angustias. Al parecer, es conocido por los lugareños como "De la quinta Angustia", que siguiendo la tónica habitual, se alza sobre las ruinas de otro templo.
















En un momento dado, una señal nos sugería continuar por Valtuille de Arriba, un municipio que al parecer, está fuera de lo que es es la ruta oficial del Camino de Santiago, que  pone de manifiesto la importancia económica que representa el paso jacobeo por algunos lugares en cierto modo deprimidos. No obstante, y dado que dicho desvío nos suponía hacer unos kilómetros de más, le hicimos caso a lo que marcaba la guía de Roy, y afrontamos el último tramo por un trayecto repleto de continuas subidas y bajadas, a modo de toboganes, que terminaba en un interminable repecho hasta Villafranca del Bierzo, nuestro fin de etapa.


Antonio Machado, de sus
-Proverbios y cantares-.


    Estos versos de Machado, grabados sobre las losas a la vera del camino nos dieron las fuerzas suficientes para afrontar esa última rampa. Y por si habían dudas sobre el por qué estamos aquí, la inscripción lo dejaba bien claro: "No busques la respuesta en el Camino, el Camino es la respuesta".









Villafranca del Bierzo.
  Y ahí quedaba el saludo de "Bienvenida". Justo al final de la cuesta. Para que no romper las posibles suspicacias de que realmente habíamos llegado. Eso si, todo un engaño, pues todavía nos quedaban por delante recorrer las empinadaas calles de Villafranca.


















Castillo-Palacio de los Marqueses de Villafranca.

  Y...y,...y,...uufff; ahí llegamos, a la denominada "Pequeña Compostela del Bierzo". En la parte más alta del núcleo urbano se alza el Castillo-Palacio de Los Marqueses de Villafranca (siglo XV). Es un edificio que se construyó sobre las ruinas de otra fortaleza anterior, que acabaría en escombros debido  a alguna pelotera entre nobles de la época. De entrada, y visto el trazado de sus calles, es obvio pensar que el pueblo fue creciendo ladera abajo, teniendo como punto de referencia dicho castillo.





Iglesia de Santiago Apóstol,
Villafranca del Bierzo.
  Buscando el albergue para alojarnos hoy, pasamos junto a la iglesia de Santiago Apóstol, un templo románico de finales del siglo XII, en el que se encuentra la Puerta del Perdón, la cual se abre únicamente en años compostelanos para ofrecer el jubileo a aquellas personas que por enfermedad no pueden peregrinar hasta Santiago de Compostela. Al parecer, este beneplácito fue otorgado allá por el siglo XII por los Papas Calixto II y Urbano II.

  












  No tuvimos otra opción que alojarnos en el albergue Ave Fenix, el único sitio que encontramos abierto. Un establecimiento de gestión privada del que, para ser  diplomático, sólo diré que pasamos frío,...mucho frío.



   
Bárbara Di Lorio y Nacho Ferranti.







  Antes de meterme en el saco para afrontar la noche, me reencontré con Bárbara y Nacho, la pareja de argentinos que conocí en un bar en la etapa de Atapuerca.  La verdad es que ha sido una grata sorpresa, ya que son dos personas que se hacen de querer. Me contaron que estaban aquí para descubrir,  qué había de esotérico o especial detrás de esta ruta jacobea,  y qué fuerzas arrastraban a tanta gente a emprender esta aventura. Espero y deseo que lo lleguen a descubrir. ¡BUENA GENTE!


 Seguiremos hablando.

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