Cruzamos de punta a punta ese puente a modo de pasarela de Portomarín y dejamos atrás las dos villas: la que estaba sobre el suelo, y la que permanecía sumergida bajo las aguas del Miño. Por delante una etapa de unos veinticinco kilómetros, que así de entrada y sobre el libro de ruta de Roy se presentaba más que asequible. A estas alturas del Camino las jornadas se afrontan ya como una distancia a devorar sin más. Al fin y al cabo se traducen en un..."ya llegaremos".
Hoy, después de...no sé cuánto tiempo, Brían, Roy, y yo, tres de las auténticas Almas Errantes volvíamos a caminar juntos. Giulia, la cuarta Alma en cuestión, se quedó en Portomarín y desconozco cómo acabó llegando a Palas, pues sus pies están muy dañados y le resulta casi imposible aguantar dos días seguidos de andadura. A la izquierda de la foto, en el grupo, os presento a Alex. Un chico de Londres que,...mira que Roy y yo caminamos rápido; pues el inglés, móvil en mano con música ambiental de fondo, impone un ritmo a fuereza de "Rock and roll" de caminata tan vertiginoso, que a duras penas puedo mantener: ¿Qué digo yo de a duras penas?...Que intento ponerme a su altura, y tengo que dejarlo finamente marchar.
Christine Broune y Florian, Castromaior. |
...¿Fui yo quién dijo que le decíamos adiós a la LU-633? Una vez más esta carretera nacional fue un punto de referencia a la hora de mantener nuestro rumbo a través de pistas asfaltadas hasta llegar a Gonzar y Castromaior; una aldea perteneciente todavía al concello de Portomarín, en la que decidimos hacer nuestra primera parada, en la que los germanos Christine y Florian, con el fin de saborear los rayos de sol de ese instante matinal, dejaron su miedo a un lado, y de forma intrépida colocaron sus sillas justo en una curva de la carretera;
...afortunadamente para su integridad, el tráfico en esos instantes era escaso.
Con los estómagos llenos retomamos nuestros pasos hacia Palas de Rei con la incógnita resuelta de cuál sería el lugar en el que dormiríamos por la noche, pues Alex, un tipo puesto en las redes sociales y la comunicación, ya había contactado con el albergue San Marcos de allí con el fin de reservar plazas para todos. Nada más salir de aquel punto de avituallam9iento en Castromaior nos tocó afrontar hasta Hospital Da Cruz un repecho que apareció por sorpresa;...menos mal que acabábamos de tomar las proteínas necesarias para hacerlo.
...¿Cómo explicarles a mis compañeros de viaje qué eran estas construcciones? Desde que entramos especialmente en tierras gallegas venimos encontrándolas al borde de los caminos y no dejan de llamar su atención. Así que tirando del traductor del amigo Google, y a groso modo, les puede dar a entender que se tratana de unas construcciones llamadas Hórreos, venían a ser un "warehous for the foods and grain" (almacén para la comida y el grano). Quiero pensar que mi limitada explicación pudo dilucidar un poco sus dudas. Su finalidad era la de proteger de la humedad y del ataque de ciertos animales; especialmente roedores, los alimentos o semillas que se guardaban en su interior. Luego ya, y para que dicha protección fuese aún más allá, se colocaba una cruz en su parte más alta para que Dios protegiera también lo suyo. Los hórreos son habituales de hallar en las regiones septentrionales de España. Especialmente en las comunidades asturiana y gallega, con la diferencia, de que aquí son de base rectangular con tejados a dos aguas, y los asturianos son de planta cuadrada y tejados a cuatro aguas.
...Ventas de Narón, Ligonde, Airoxe, Portos, Lestado, y finalmente Palas de Rei. Podría afirmar que desde Hospital Da Cruz hasta el final, al igual que ayer, no nos cruzamos con nadie hasta que en Palas, alguien nos dijo en un bar...¿qué desean los señores?. Estimo que podría ir más lejos y plantear si en verdad vivía alguien en todos esos núcleos urbanos que dejamos atrás. Es de suponer que sí, que hay alguien tras sus puertas, pero como en su día cantó Rosendo Mercado en su canción, son sin más otras...."Maneras de vivir".
Según entrábamos en Palas de Rei, y cuando todo apuntaba a que estaría debajo del agua de una ducha en breves minutos, desde la terraza de un bar que queda a mano derecha según entras en el pueblo, un silbido solicitó nuestra presencia allí. Se trataba de Alex, que como comenté al principio: camina / corre, a galope tendido, llevaba esperándonos sentado un buen rato. En fin, nada nuevo,....ya llegaríamos al albergue. Era el eterno ritual de cada día al llegar a nuestro destino: 1º Cerveza, 2º cerveza, 3º
cerveza, no, no, al fin, albergue y ducha ¡¡¡Ooohh, si, duchaaa!!!. Mientras saboreaba aquella cerveza me entró un mensaje de What!'s App de un grupo en el que me acababan de incluir llamado "Bohemian Panoply". Un grupo que administraba Alex, del que forman parte todos aquellos que día arriba, o día abajo, venimos coincidiendo últimamente. Desconozco si el nombre del grupo se le ocurrió al inglés por que en el instante mismo de esta foto sonaba la "Bohemian rhapsody" de The Queen por el teléfono de Brian, aunque el término de "Panoply" me resulta extraño. Le he consultado al amigo Google, y me dice que en español se traduce como "Panoplia", que viene a ser "armadura", "coraza", o "colección de armas".... No sé, a ver si logro dar con su doble sentido, que seguro lo tiene. O Alex, me revela de qué va la cosa.
El origen del nombre de Palas de Rei se remonta al tiempo en el que los romanos la denominaron "Pallatium Regis", por ser la villa en la que Witiza, un rey visigodo, allá por el siglo VIII ubicó su palacio. Su iglesia de San Tirso fue construida a finales del siglo XII y se considera de estilo románico, aunque de su construcción original únicamente se conserva parte de su fachada.
Albergue San Marcos, Palas de Rei. Travesía Da Iglexia S/N. 982 38 07 116 / 606 726 356 |
Nada mejor para acabar la jornada que una buna cena en familia en el comedor del San Marcos, y bueno claro, ...nada más idóneo que una cena cocinada por un "cocinero de verdad". Pues Dani, quien yo tenía por polaco o centroeuropeo, resultó ser de Valencia (la ciudad en la que yo estudié fisioterapia); de su barrio de Benimaclet (el sitio en el que yo viví); y su casa queda encima del bar Murta (el lugar en donde quedaba con mi gente día si/ día también, para tomar café)....¿Quién dice que no existe el destino?.
Alex vino desde Londres, Inglaterra, y dio sus primeros pasos en el Camino desde Pamplona. No sé cuándo comenzó a caminar, lo que es seguro y tengo claro, es que si lo hubiese hecho una semana después que nosotros, habría llegado sin duda una semana antes a Santiago;...¡¡Cómo camina el británico!! Por lo que me ha explicado trabajaba como community manager en una empresa londinense, y harto de la presión laboral vino hasta aquí. En gran medida siento haberle conocido estos últimos días, pues es una persona muy activa y cercana, que trasmite muy buen rollo y..."Rock & roll", pues siempre va canturreando.
Seguiremos hablando.
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