miércoles, 2 de noviembre de 2016

Día XII. 09.11.2015: Santo Domingo de la Calzada > Belorado (22.7 Km):...¡¡Primero cerveza, y luego ducha!!

  

   Bueno, bueno,...entraré en un terreno pantanoso.  Anoche, a eso de las 03.00 AM aproximadamente, cuando el silencio imperaba entre las literas del albergue, el sonido chirriante de uno de los colchones me despertó;...soy de sueño ligero y me despierto a la mínima. Pues bien, aquel ruido apuntaba a que dos personas que pasaban la noche allí, entre nosotros, se lo estaban pasando guapamente, en un su Camino de pasión particular. Por descartes: Giulia no era, dormía en mi misma litera,...en la parte de arriba, claro; Brian y Su, quedaban a mi derecha y tampoco;... y Roy y Levin, a mi izquierda,...nada de nada. Con lo que la lógica fácil y el insomnio  me llevaban a pensar,  que o se trataba de una pareja de belgas, o de unos  españoles con los que intercambié unas palabras al llegar ayer tarde. En cualquier caso, y desde mi más sincera envidia sana, a esos dos intrépidos que dieron rienda suelta a sus emociones,...¡¡Olé y olé!!.

  Más tarde relaté a Brian y los demás la hazaña, no daban crédito a mis palabras, pero ya os digo,...¡Ole y olé! 






  En fin, iré a la etapa de hoy. Tras almorzar en un bar que nos quedaba al paso, antes de salir de Santo Domingo, nos dispusimos a empezar a devorar los casi veintitrés kilómetros que nos separaban de Belorado, un lugar del que no había oído hablar en mi vida, y que se encontraba ya en la provincia de Burgos. El paisaje, con extensas llanuras e interminables caminos, nos empezaba a anunciar lo que serían los siguientes días a lo largo de los campos de Castilla.






Gruñón.
    De este modo, y tras dejar atrás las calles de Grañón y su iglesia de San Juan Bautista, nos despedíamos de la Comunidad  Autónoma de la Rioja, y entrabamos en tierras burgalesas, y en lo que era ya  la Comunidad de Castilla y León.








Iglesia de San Juan Bautista, Gruñón .
  Al parecer, tanto Gruñón como la siguiente población de Redecilla del Camino, deben el paso del Camino de Santiago a Santo Domingo de la Calzada. Éste, en un momento dado del pasado histórico, con el fin de revitalizar la vida de estas poblaciones y hacer más cómodo y seguro el trayecto para los peregrinos, decidió sacar la ruta jacobea de su trazado ancestral y desviarlo a través de ss calles.




Redecilla del Camino.
   Los diferentes bares cerrados que íbamos encontrando a lo largo de la mañana, nos obligaron a pasar sin pena ni gloria por Redecilla del Camino, Castildelgado y Viloria de Rioja, el pueblo natal de Santo Domingo de la Calzada, y  a alargar nuestra primera parada hasta Villamayor del Río, allá por el kilómetro diecisiete. Menos mal que, afortunadamente para nosotros, la climatología acompañaba y el terreno no ofrecía dificultades.

  


Ermita de Santa María
 La Real del Campo, Castildelgado.
  En aquel bar remoto de Villamayor, coincidí con un matrimonio de catalanes con los que pude soltar mi lengua un poco y hablar libremente sin pensar detenidamente lo que quería decir. Al comprobar éstos quienes eran mis compañeros de viaje, me dijeron eso de:...¿Y tú que haces con estos extranjeros? Algo que no era la primera vez que, a lo largo de estos días, alguien me lo preguntaba. A lo que yo contesté, que la cosa antes de venir al Camino estaba: entre matricularme en una academia para hacer un curso intensivo de inglés, o bien, irme un mes al Camino de Santiago y juntarme con gente que dominara la lengua de Shakespeare, y ahí estaba yo, sin más. Con lo que ambos, no dudaron en darme la razón y reconocer que, efectivamente, había escogido la mejor opción. 









Plaza mayor de Belorado.
  Llegamos a Belorado tan pronto, que pensé que hoy tendría tiempo para darme una ducha, ponerme cómodo, e ir a comer tranquilamente. Pero en eso que iba largado y apunto de cruzar la puerta de los aseos, Giulia me despojo de mi toalla y de mi neceser y me dijo con aspavientos:..¡Que no,...que no!,...Primero cerveza y luego ducha. Así que, finalmente, no me resistí a los impulsos femeninos de la italiana y en unos minutos, me encontraba ya sentado en la terraza de un bar de la plaza Mayor de Belorado, frente a unas patatas bravas y unos,...como le gusta decir a Roy: "tanque bear". Una expresión que se empieza a convertir en un lema en nuestros finales de etapa, cuando según encontramos el primer bar, Roy comenta:...Tanque bear?. A lo que le suelo contestar:...One bear, no;...¡Two bear!. Hace unos días, al comprobar que las cervezas que me servían a mi, eran más grandes que las suyas, me preguntó que cómo se pedía una cerveza del tamaño de la mía, y de ahí la expresión. Veremos a ver si no acabo lamentando haberle explicado el término "tanque".      




Albergue Municipal El Corro, Belorado.
Calle Mayor 68, tlf: 947 58 14 19 / 636 63 44 59
  Nos alojamos en el albergue municipal de Belorado "El Corro", un lugar atendido por Brenda, una holandesa con acento vasco que convierte el establecimiento en un sitio encantador. Podría afirmar que el mejor de todos los albergues municipales en los que hemos estado hasta ahora. Y un dato importante: si sigues caminado hacia delante por la calle de la imagen, llegas en un suspiro a la plaza Mayor de Belorado, y a la terraza del bar de la foto de arriba;...magnífico sitio para tomar un aperitivo.




Iglesia de anta María, Belorado.
  Aprovechando que habíamos llegado pronto y que para la cena no nos teníamos que preocupar, pues habíamos decidido aceptar el menú que nos había ofrecido Brenda (en el albergue), salí en busca de una farmacia. Necesitaba hacer acopio de vaselina, es imprescindible ponerla en tus pies cada día antes de salir.  Resaltar, que no todas las poblaciones por las que discurre el Camino, están dotadas de servicios como cajeros automáticos, farmacias, ferreterías,....con lo que conviene tenerlo en cuenta y ser previsores.

  Por cierto, que conste en acta: El bacalao que preparó Brenda,....exquisito.










   A la hora de cenar compartimos la mesa con Quique, un chico de Zaragoza que tiene pensado llegar hasta León. Después, dejamos correr el vino que nos había ofrecido la holandesa, que junto con el  cansancio acumulado, hicieron que la velada fuese de risa fácil. Por otra parte, coincidió con que en el albergue había una guitarra, ello me ofreció la oportunidad de brindarle unas canciones al público congregado entorno a aquella mesa.




Yeong Su SEO, Ulsan, Corea del Sur.
  Vi a Su por primera vez en un bar antes de llegar a Pamplona, iba caminado con Juan y Carlos, los chicos de Huesca. Recuerdo que cuando me despedí de ellos en Logroño, cuando me dijeron que, en cierto modo, se quedaba sola, les dije que le dijeran que se viniera con nosotros si lo deseaba. Procede de Corea del Sur, y por lo que he podido entender, se dedica a la informática y vino al Camino para demostrar a los suyos que no es una persona débil. No sé todavía cuál es el alcance de sus fuerzas, ahora bien, si ésta se mide en proporción a la alegría, puedo garantizar que llegará a Santiago de Compostela, pues siempre lleva la sonrisa en su boca.



Seguiremos hablando.

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