miércoles, 2 de noviembre de 2016

POSDATA






    Lo normal hubiese sido colocar esta "Posdata" después del punto  final de esta historia, pero he decidido ponerla justo al principio, y así podré aclararte unos cuantos detalles previos con los que encontrarle sentido a mi andadura por el Camino de Santiago. En fin, vamos allá.







  Supongo que ese..."E'stato il viaggio di una vita" , es algo así como..."Ha sido el viaje de mi vida". Esta frase lo resume todo, es lo que una mañana exclamó Giulia Gallucci, una italiana que conocerás más tarde. Tal vez, si te digo que yo no fui quien decidió emprender el Camino, si no que fue éste el que me llamó a mí, pensarás que me he puesto trascendental y que divago un rato, pero estimo que es así, que es él, en realidad, el que te acaba eligiendo. 





                                                                                                               
  ¿Por qué?...¿Qué tiene de especial?...¿Qué empuja a toda esa gente a ponerse a caminar? Lluvia, frío, calor, sudor,...en definitiva, si te detienes a pensar un poco,...sufrimiento. Y no me refiero a aquellas peregrinaciones o personas que lo hacen por motivos religiosos, que en mi Camino fueron los menos, vamos, que entre Saint Jean Pied de Port y Fisterra, únicamente coincidí en Bercianos del Real Camino (León), con una pareja de franceses que lo hacían por una idea propiamente de Culto. Quiero apuntar a esa gran mayoría de caminantes que, bajo mi criterio, acuden a él para obtener una ración extra de O2  y encontrarse, quizá, consigo mismos. Para que aprecies el alcance de esta cuestión, te diré que hace un par de días (mira el tiempo que ha pasado desde que finalizaron mis pasos), el grupo de What's App creado para la ocasión, se activó y alguien escribió:..."Todos los días me acuerdo del Camino". Esta afirmación me alivió mucho, y me hizo reflexionar: ¡Menos mal!, creía que era yo el único paranoico.  Lo que me conduce a pensar que una vez que empiezas el Camino, ya no lo abandonas nunca. O mejor dicho, él te acompaña el resto de tus días. Conel tiempo, mi estimable amigo Brian Martin Rasmussen dio algo así como:


"Caminar ralentizó las cosas y me ayudó a descubrir quién era yo, y quién quería ser. Viajé a través  del paisaje del Camino, y en aquellos días fui recogiendo las piezas rotas de mi vida para comenzar a ordenarlas y lograr construir un yo mejor". 

En sí, estimo que realmente esas letras del danes lo definen todo.



                                                                                      
  Se me ocurrió poner en marcha este blog un par de días antes de salir, de ahí que al principio fuese un poco perdido, pero como se suele decir, del error se aprende, y logré, finalmente, dar con las teclas adecuadas para mantenerlo activo y "actualizado". Su contenido es fruto de un montón de anotaciones, tomadas cada jornada, a las que luego di forma y ordené con los datos e información adecuados; todo para que llegara a convertirse en una guía eficaz y lo más veraz posible, a modo de diario. La inercia de caminar y mantener estas líneas al día, me costaron algunas horas de sueño y más de un:...go, Greg, go¡.  Recuerdo que una chica alemana, al saber de la existencia del blog, se hacía cruces sobre cómo había podido actualizarlo y avanzar a la vez. Puede que te hayas percatado, de que las fechas de las entradas no se corresponden con las de su publicación, pero las herramientas de "Bloogger.com" no me permitían ordenarlas con una cronología que le dieran sentido al relato, o al menos, yo no di con ellas,  con lo que tuve que hacerlo de un modo manual y, digamos, engañando a la máquina. 



  Con respecto a las fotografías que aparecen en él, decir, que la gran mayoría las realicé con mi teléfono móvil, de ahí que su calidad no sea como para ganar un premio Pulitzer, pero entendía que era un rasgo, que por otra parte, le darían personalidad y frescura.









  Aun así, he tenido que echar mano de algunas personas, especialmente de: Brían y Roy, mis principales compañeros de viaje,  para pedirles que me enviaran alguna que otra imagen de  fechas concretas. A Bárbara Di Lorio y Nacho Ferranti, una pareja de argentinos que conocí fugazmente, y que no dudaron, tras contactar vía facebook con ellos, en hacerme llegar parte de su legado fotográfico a este fin. Y qué decir de la a aportación de mis amigos: Miguel Mora, mi paisano de Pamplona,  Alberto Muñoz, de  Burgos, y Magali Hidalgo, de  León, quienes me ayudaron a rescatar esos archivos que, sin darme cuenta, perdí. Por no hablar  de aliados como mi prima María del Mar Salcedo y mi amiga Sonia Puche, que unos meses más tarde, hicieron un tramo del Camino y se prestaron a hacerme algunos encargos de fotografías de rincones del lugar. Yo ya contaba con estas fotos en mi haber, desgraciadamente, iban "firmadas" con mi huella dactilar, la gran protagonista de la imagen (de ahí el recado). Si muchas de ellas tuviesen sonido, se escucharía a Brian exclamando:,...the finger, Greg!,...the finger!!.




  Igualmente, extiendo mis agradecimientos a: Juan González, Icaro, el taxista de Pamplona; Carmen Martín, de "Nunca Caminareis Solos"; Santi, del albergue Río Arga en Zubiri; Marian Zirauqui, de la Pensión Suetxe de Los Arcos; Tita Colas, del albergue Entresueños de Logroño; la Hermana Guadalupe, del  Parroquial Espíritu Santo de Carrión de los Condes; Raúl Barquín, Casa de la Cofradía de Santo Domingo de la Calzada; Alberto Ugidos, de El Corro en Belorado; Marisa Pérez, del Jaques de Molay,  de Terradillos de los Templarios; Mesón El Peregrino, de El Burgo Ranero;  Esperanza Martínez, de Alea, Ponferrada; Lola Corregal del Roots & Boots, de Santiago de Compostela; la inestimable aportacíón logística de Estefanía, Torres del bar Casa Pancho de Trasmonte de Ames, quien me ayudó a situar un montón de localizaciones en el Camino a Fisterra; Puri Carreira,  la hospedera del albergue Municipal de Olveiroa; José Antonio Liñares, del hotel Costa Vella de Santiago de Compostela . A todos ellos, ¡GRACIAS!



  Y luego está la figura de Araceli Fernández. Una chica que llegó a este blog por casualidad, a la que quiero entender, le sedujo la historia. Pues se lo leyó en una semana, y sin dar un solo paso sobre suelo jacobeo, se sintió después un Alma Errante más. El caso es, que la inestimable Araceli, no tuvo el más mínimo atisbo  de duda en sentir el atrevimiento  para dirigirse a mí y ofrecerse para darle una vuelta ortográfica y literaria a todas estas letras. Con lo que dejo aquí  ochocientas y pico gracias para ti por el trabajo realizado. Una por cada uno de los kilómetros recorridos;...¡GRACIAS!




  "Seguiremos hablando", es el recurso literario que se me ocurrió poner como despedida, al subir mi primera entrada al blog, y aunque, en un principio, lo mantuve como una forma provisional de cierre, poco a poco, el paso del tiempo, me llevó a reconocer que no había una frase más sugerente que ésta para decir "hasta mañana".








 ...Y qué decirles a todas esas Almas Errantes que acabaron  siendo parte de esta aventura. Que sin duda, me encantaría que pudieran dar con este blog y lo leyeran, pues son parte de él. A todos ellos, expresarles, que en alguna que otra situación, he tenido que deslizarme por una delgada línea roja, ello para narrar de una forma  sutil y verídica, lo acontecido: Brian;...Roy;...Ainhoa;...Giulia;...Su;...Florian;...Christine;...Alex;..y demás personajes...a todos....ellos, o mejor dicho vosotros, si estáis ahí detrás,  GRACIAS POR COINCIDIR CONMIGO.




  Para mí, la frase que puedes ver arriba en la foto, viene a ser la síntesis de lo que es la esencia de este Camino: "We were errant souls in search of a destiny" (éramos almas errantes en busca de un destino); en definitiva, "Almas errantes". La palabra "Nájera", acabó resultando un grito de guerra, y mi frase "One monent!", seguro, les resultará familiar a todos mis compañeros de viaje, pues me llamaban y les contestaba con ella. Espero que me disculpen, pues era en esas demoras, en las que tomaba todos los apuntes posibles que acabaron dando contenido a estas lineas.  De este modo,  desde la distancia, y en el tiempo,...SORRY! En tal caso, las dudas y otras trivialidades, convendréis conmigo, que vayan por lo privado, ¿no?.





     Bien, si tienes previsto hacer el Camino, sobran los consejos, seguro que mi vivencia te será de utilidad, comenzando por lo concerniente al equipaje. En cuanto a los alojamientos a los que hago mención,  quiero advertir que lo que cuento, aconteció tal cual, y la opinión que doy sobre los mismos o por lo que pasé allí, es mi "opinión",...y para gustos los colores. En tal caso, estoy seguro que, algún día, como dijo Terminator al final de la película...."Volveré", y como animal de costumbres que soy, puedo aventurar, que intentaré repetir y no repetir en aquellos lugares de los que hablé (nuevas experiencias). Eso sí, al mesón El Peregrino de El Brugo Ranero a probar su tortilla de patata, la mejor de todo el Camino, dijera lo que dijera Terminator, allí fijo que...volveré.






...Y  una pequeña anécdota antes de apagar. Cuando regresé a casa, me encontré en el correo, una carta de la tienda en la que había comprado las botas, esas con las que me chupé los ochocientos y pico kilómetros. En ella se me informaba de que el calzado que les había comprado, se había puesto a la venta con un defecto de fabricación, y me ofrecían la posibilidad (para compensarme) de: devolverme el dinero, repararlas, o cambiarlas por otras equivalentes. Comprenderás, si llegas hasta el final, que no aceptara el ofrecimiento....


Seguiremos hablando.


...One moment!:

  Si aprecias cualquier cosa en el contenido de este blog, el más mínimo dato erróneo  a corregir, algo que quieras comentar,/apuntar, incluso rectificar,...lo que sea, no dudes en comunicarlo a través del contacto establecido.












  Compré este azulejo en una tienda de regalos de Santiago, y no se me ocurrió otra cosa mejor, que ponerlo a la salida de casa. Así, ahora, cada vez que paso a su lado, siento que una voz me dice:..."vuelve".  Con lo que, si tienes pensado hacer el Camino, y la historia te gusta, que no te ronde la incertidumbre, si es que te apetece, puedes pedirme que te acompañe; luego ya, el calendario y las circunstancias, dispondrán. Pero ante la duda:...ESTOY ESPERÁNDOTE.

  Tras lo anterior, te invito a pasar, a leer mis días, a esos "Los días del Camino de Santiago de Greg".



  ...AHORA SI, SEGUIREMOS HABLANDO.
 

Día I. 29.10.2015: Yecla;...y mañana parto: miedos y dudas (Km 0).



  


 Mañana es el día. Emprenderé el Camino de Santiago;...si es que logro meter todo esto en la mochila. Mi reto/deseo/locura/llámalo X, es dar mi primer paso, el día 31 de Octubre, en Saint Jean Pied de Port (Francia), y el último, el día que corresponda, en Santiago de Compostela; es decir, cuando llegue a la capital gallega. Ahora bien,  supongo que antes de que esta noche se cierren mis ojos y alcancen su fase REM, esas dudas y miedos, que hasta el momento no se habían entrometido de lleno en mis pensamientos, me llevarán a preguntarme eso de: ¿Dónde te has metido? Ojalá, finalmente, sea una noche corta.  Habrá quien estime que...bueno, que no es para tanto, pero al hecho de hacer la ruta jacobea yo solo, hay que sumarle que tengo una deficiencia visual, que así  de entrada, tendría que estimar que no debería hacer imposible mi propósito, ya que ver, lo que se dice ver, no veo del todo bien / transparente, pero intuir,...sí intuyo lo suficiente como para saber, que si en un momento determinado me encontrara frente al mar, es que estoy ante el océano Atlántico y me he pasado de Santiago. Con lo que ello no dejaría de ser más que un problema añadido, que a buen seguro, pasaría a formar parte de una de otras tantas anécdotas a contar:..¡Fijo!


He planteado mi equipaje un tanto desde el desconocimiento del principiante y, teniendo en cuenta que lo normal es que me encuentre mal tiempo, he dispuesto:


- Saco de dormir.
- Plumífero.
- Poncho y pantalón impermeables.
 - Gorro y guantes.
- Tres pantalones de chándal.
- Tres polares.
- Cuatro camisetas.
- Dos pantalones térmicos.
- Dos vaqueros.
- Dos Jerséis.
- Seis pares de calcetines.
- Seis pares de calzoncillos.
- Botas de montaña impermeables con protección de tobillo.
- Zapatillas deportivas.
- Chanclas.
- Toalla de secado rápido.
- Paraguas.
- Dos linternas.
- Gel, champú,....
- Gafas de sol.
- Vaselina.
- Crema de protección solar.
- Crema hidratante.
- Algo de farmacia y primeros auxilios, véase:  protector gástrico, antidiarréico, antiinflamatorios (crema y comprimidos), Betadine y agua oxigenada. Igual exagero, pero nunca se sabe.

 Bien, no me cuentes cómo, pero  todo cupo dentro de la mochila. De momento, mi equipaje queda listo y ordenado, veremos en qué se convierte cuando pasen un par de días.
  
Y ahora  a la cama.



  Seguiremos hablando.

Día II. 30.10.2015: Yecla > Saint Jean Pied de Port (677.9 Km);...tragicomedia.



Estación del tren de Villena, Alicante.

  Y ahí estaba yo, sobre el andén de la estación del tren de Villena (Alicante), con el  vagón al que me tenía que subir a mi espalda. Mi intención era ir a Valencia, donde en teoría, se encontraba el punto de recogida del servicio de transporte BlaBlaCar con el que trasladarme  a Pamplona, lugar éste en el que me esperaría mi amiga Alicia de Irún, quien se había animado a hacer las dos primeras etapas del Camino conmigo. Desde la capital navarra teníamos previsto ir con su coche hasta Saint Jean Pied de Port (Francia),  el lugar en el que al parecer, la mayoría de guías de la ruta jacobea establecen el Kilómetro 0 del Camino denominado Francés.



  Todo iba, como se suele decir, a pedir de boca, y el viaje se me estaba haciendo tan corto, que una llamada de teléfono (un tanto extendida), me hizo no escuchar el aviso de esa voz femenina que dijo por megafonía: "próxima estación con parada, Valencia". Con lo que, en efecto, sin tener constancia de ello, me pasé de estación y cuando me encontraba plácidamente sentado sobre mi asiento, el mensaje por los altavoces de: "...Próxima estación con parada,...Castellón", encendió todas mis alarmas y me llevó a saltar de aquel tren casi en marcha. Afortunadamente para mi, si es que se puede decir ésto, recordé que Toni, el chico del BlaBlaCar, me había comentado que tenía que recoger a un pasajero en Sagunto, a una media hora de donde de mi posición, así que me apresuré a contactar con él, para implorarle que me esperara unos minutos allí. Teniendo en cuenta que todavía debía subir hasta Sagunto, el tráfico y demás, seguramente la tardanza no sería muy grande, con lo que pillé un taxi, y en una exhalación y jugándose unos puntos del carnet de conducir, el taxista me dejó felizmente en mi "destino"....Eso si, pagué más por el trayecto Castellón-Sagunto, que por el viaje a Pamplona;...sin duda el primer daño colateral del primer día. Una vez en ruta, por fin el viento sopló a mi favor, pues al comentar a Toni que mi amiga se encontraba en Irún, me propuso que, si quería, me podía dejar allí, ya que él en realidad, se dirigía a Bayona. Así,...dejamos a mis compañeros de viaje del "BlaBla" y Pamplona atrás y le ganamos algo de tiempo al reloj....Y yo que pensaba que las aguas por fin volvían a su cauce. En aproximadamente una hora, me encontraba en una rotonda al borde de la frontera de Francia (justo antes del denominado túnel de Behobia), de tal diámetro, que Alicia, que se había puesto a esperarme al otro lado del punto en el que yo me situaba, no alcanzaba a dar conmigo, y eso que ambos, por teléfono decíamos estar justamente allí, en aquella rotonda.




Tony DJ BlaBlaCar a la altura de Zaragoza.


  Tras unos momentos confusos,...¡POR FIN!, el coche de mi amiga aparcaba a mi lado y yo procedí a despedirme de Toni., del que no había comentado que, trabaja de DJ, y por lo que he podido constatar, de cierta relevancia en esa disciplina musical, ya que a Bayona se dirige, precisamente a eso, a poner música de fondo en la pista de baile para la clausura de no sé qué convención. Por no hablar, de las miles de personas que he podido comprobar que le siguen en Twitter y Facebook. En fin, Toni, si acabas  dando alguna vez con estas letras,...GRACIAS POR ESPERARME.




Oficina del Peregrino de Saint Jean Pied de Port.
  Con la noche acechando sobre la aquella carretera, recorrimos los casi ochenta kilómetros que habían hasta Saint Jean Pied de Port, y Alicia aparcaba su coche en  su Place du Trinquet, a las mismas puertas del hotel Itzalpea, el lugar en el que nos íbamos a hospedar, en donde nos instalamos, y sin perder un momento, nos apresuramos a buscar la Oficina del Peregrino, para conseguir las credenciales y la documentación imprescindible antes de que ésta cerrara, con el fin de disponer de la misma mañana al emprender la marcha.





Torre de la iglesia de Santa María,
 Puerta de Notre Dame.
Puente sobre el río Nive.
Saint Jean Pied de Port.
  Y ahora sí, se puede decir que de una manera más sosegada, tuvimos tiempo para hacer una pequeña visita nocturna por la villa francesa y recorrer su Rue d'Espagne, una calle que el paso del tiempo no ha variado en exceso su apariencia. Al igual que sucede con el resto  de callejuelas  del interior   su recinto amurallado. Y no siendo París, y salvando las distancias,  pasamos a través de su Porte de Notre Dame, que cruza de un lado a otro la torre de la iglesia de Santa María, un templo construido aquí en el siglo XIII, donde llegamos por el puente medieval sobre el río Nive.. Hasta el siglo XVI, Sain Jean Pied de Port se consideró territorio del Reino de Navarra, y era la capital de la denominada "baja Navarra". Pero el hecho de ser un enclave fronterizo, lo convertía en un punto caliente susceptible de continuos conflictos territoriales, un aspecto que suponía por aquel entonces al monarca Carlos I, rey de navarra, tal coste económico para sus arcas, que le llevó a prescindir de este territorio al otro lado de los Pirineos. Y poco a poco, como el que no quiere la cosa, en 1629 pasó a ser de dominio francés. Con respecto a la tradición de establecer en este lugar el comienzo de la ruta jacobea conocida como Camino Francés, parece ser que tiene su origen, en que era la villa donde coincidían los peregrinos que iban a Santiago de Compostela para ganarse el jubileo, procedentes de las regiones de París, de La Puy,  y de Vecelay. Pero vamos, lo dejo en "Parece ser".

 
  Luego, para cerrar el día, no hubo mejor final que toparnos con un bar con música en directo, en el que echamos unas cervezas (diré que dos, que mañana hay que caminar). La previsión para la etapa, es dejar el coche de Alicia en Saint Jean Pied de Port con nuestro equipaje, y de ese modo, afrontar lo que es esa primera camianta, cargando lo mínimo.




  Dentro de las secuelas que ha dejado este primer día, he de mencionar, que la gorra que llevo puesta en la primera foto, ha quedado en algún lugar al otro lado de la frontera francesa. Seguramente, en eso que pasé mi equipaje al coche de Alicia, debió caerse al suelo, y..."Au revoir";...y yo que la compré ex profeso en el mercado de Portobello de Londres para que me acompañara en esta aventura....En fin, ya tengo el pretexto para volver a comprar otra, y ahora, dulces sueños.

  Seguiremos hablando.


Día III. 31/10/2015: Saint Jean Pied de Port > Roncesvalles (25.7Km);...el paso de Napoleón.

  



Hotel Itzalpea, Saint Jean Pied de Port.
Francia.
  Decidimos pasar  la primera noche en el  hotel Itzalpea, un establecimiento al que llegamos por azar (Internet tiene a veces esas cosas, resultó ser todo un acierto). Es un establecimiento bien situado, acogedor, limpio, y regentado por una familia que lo hace todavía más recomendable; especialmente por el trato recibido de Evelyne,  la chica de la imagen. Supongo que cualquier albergue de la zona nos hubiese resultado más económico, pero, ...¡Qué caray! Digamos que era nuestro primer día en el Camino y queríamos rendirnos este homenaje (tiempos diferentes vendrían sin tardar...) No obstante, mis observaciones del alojamiento en cuestión, han sido realizadas como diez días después de que mi tarjeta de crédito pasara por caja, con lo que  mi posible contraprestación por mi comentario publicitario, queda fuera de dudas:...ahí queda, y si   merece.




Km 0, Saing Jean Pied de Port.
  Tras cargar combustible con un buen almuerzo, comenzamos a caminar bien temprano, ya que a pesar de que el día amaneció soleado y la predicción meteorológica del señor Google era buena, no queríamos encontrarnos ninguna sorpresa, pues teníamos por delante  26 kilómetros de Pirineos. Está claro, no podía emprender mi primera etapa sin  plasmar en una fotografía el instante de lo que para mí suponía el "Kilómetro 0!. Aunque estimo que el Camino de Santiago comienza en realidad justo cuando pones tu justo al otro lado de la puerta de tu casa para embarcarte en este viaje.
  


Saint Jean Pied de Port.


  

 Empezamos a subir, y subir, ....y el tiempo mantuvo su tregua hasta que alcanzamos el punto más alto. Fue en ese momento cuando el viento dijo:...ahora me toca a mi, y nos enfrentamos a un vendaval que difícilmente nos permitía mantenernos en la horizontal.  A lo largo del recorrido, no había ningún tipo de establecimiento donde poder repostar. Únicamente hallamos un par de fuentes en las que  rellenar nuestras botellas de agua y un par de albergues cerrados; uno a cada lado de la frontera. El primero se encuentra a unos 9Km de Saint Jean, y al parecer, sólo se abren en temporada alta, así que menos mal que no nos vimos en la necesidad de buscar refugio. Alicia, sin duda, acertó al preparar unos bocatas con los que improvisamos un "huracanado" picnic, ello a más de mil metros de altitud.



                    
Paso de Napoleón.
 .....Y pensar que por aquí cruzó Napoleón allá por el siglo XVIII con un ejercito de más de 30.000 soldados para darse un garbeo por España; ...Quién le iba a decir a él, que con el tiempo acabaría llamándose este lugar "El paso de Napoleón". Lo habitual en estas fechas, es que este trozo de recorrido se encuentre intransitable por acumulación de nieve, por lo que aconsejan informarse previamente, pues de ser así, es  obligatorio tomar la carretera de Valcarlo.

  


Frontera Francia-España.
...Y ahí nos hallábamos, a unos escasos centímetros de lo que se suponía ya como territorio español. En el mojón que delimita esa línea imaginaria que separa lo que es Francia de España, y que se denomina frontera. Justo al lado de una fuente que a esas horas de la tarde se convirtió en nuestro oasis particular.






   A lo largo de las siete horas que tardamos en completar el recorrido, llegué a pensar que hoy habíamos empezado a caminar "cuatro gatos", pues únicamente fuimos coincidiendo con un americano de forma esporádica. Aunque nada mejor que el primer día para conocer, en primera persona la realidad del Camino. A unos tres kilómetros de Roncesvalles, hallamos tirada en el suelo a Yolanda, una californiana que andaba a duras penas con la ayuda de dos bastones, y que solamente accedió, a que le transportaran su mochila hasta el albergue de Roncesvalles, pues quería llegar caminando hasta allí. Por lo que nos comentó, su intención, tardase lo que tardase,  llegar al final. Era la promesa que se había hecho a sí misma tras haber superado una enfermedad que le había obligado a permanecer encamada un largo periodo de tiempo. Un par de senderistas que conocían la zona nos comentaron que a Roncesvalles se podía llegar a través de dos caminos diferentes: el más "seguro" ( ...y pongo comillas, porque no me quiero imaginar cómo será el otro),  que fue nuestra opción, pues primaba la seguridad debajo de nuestras botas, consistió en un momento dado, seguir de frente según marcaban las flechas de los árboles, e ir a buscar por un sendero cuesta abajo, y a modo de tobogán, la carretera hacia la localidad de Valcarlo. Así, como he dicho antes, si ésta era la opción "fácil",  cómo sería la "difícil". Esta hubiese consistido en tomar un sendero que las flechas marcaban a la izquierda, y transcurría por el interior de la selva de hallas de Irati. Un bosque en el que al parecer, a duras penas entra el sol cuando llega la primavera.
   




Albergue Hospital de Roncesvalles.
  De repente, y según íbamos caminando por el arcén de una carretera, el sonido de una campana replicando a lo lejos nos anunciaba que habíamos llegado a Roncesvalles y superado nuestro primer asalto. Una vez allí, decidimos pasar la noche en su albergue parroquial Convento Hospital. Alicia me comentó que había sido reformado hacía unos cinco años, y que sus instalaciones eran aceptables. Se trata de un alojamiento en el que las literas se disponen de cuatro en cuatro, en habitaciones abiertas a lo largo de varios pasillos en grandes salas. Algo que en cierto modo evita una sensación de masificación. Y bueno, lo que es más importante, la equipación de aseos y duchas es suficiente; evidentemente, las fechas en las que nos encontrábamos eran susceptibles de un número menor de gente hospedada. Lo dicho, y en base anuestra experiencia, 100% recomendable.


Real Colegiata de Santa María
de Roncesvalle
  Roncesvalles, u Orreaga en euskera,  a lo largo de la historia ha sido el sitio obligado de paso de aquellos peregrinos que procedían de Francia en su caminar hacia Santiago de Compostela. Aunque antes de este periplo jacobeo, mucho antes, fue la puerta de entrada a la península ibérica de pueblos nómadas como el de los  celtas o godos. Al parecer, el nombre de Roncesvalles se refería al primer terreno llano que se encontraban los viajeros tras atravesar la cordillera pirenaica. De su Real Colegiata de Santa María, monumento a destacar del lugar, es de estilo gótico, y a pesar de que se levantó aquí en el siglo XIII, el edificio actual difiere un tanto del original, a consecuencia de algún que otro incendio o contienda en la zona; es lo que tiene ser un lugar fronterizo, que  su situación estratégica lo convierte en un punto caliente de continuos conflictos en el tiempo.


  Una vez pasados por agua y según lo establecido, regresamos a Saint Jean en autobús para recoger el coche de Alicia y dejarlo listo para el día siguiente, pues repetiríamos el mismo proceso. Es decir, utilizar el vehículo de armario móvil en nuestro caminar hasta Zubiri. y caminar hasta Zubiri.

  Sobre la etapa, echando la vista atrás y retrocediendo nuestros pasos al punto de partida en Saint Jean Pied de Port, he de reconocer que fue un día durísimo. Ahora bien, hay que tener en cuenta y destacar a su vez, que es la primera jornada de Camino, y eso la lleva en sí a tenerla más en cuenta, y que por la mente  merodeara en ocasiones la idea de:..."si todo va a ser así.¡¡MADRE MÍA!!". No obstante, estimo  que hay afrontarlo como lo que es, con las fuerzas de las que cada uno disponga; Se tarde lo que se tarde. 


Alicia Ortiz Cenitagoya, Irún, España.
  Cuando le comenté a Alicia que tenía la intención de hacer el Camino de Santiago yo solo, su respuesta instantánea fue: "Te pierdes seguro...". Verás, planificar esta aventura resultaba todo un reto para mi, pues digamos que como comenté al principio de este relato,...más que ver bien, yo intuyo. Así de entrada, mi planteamiento era seguir a cualquiera que llevase una mochila a la espalda;...digo yo que llegar,... llegaré, aunque no me cuesta reconocer que hoy, sin su ayuda, lo que es alcanzar Roncesvalles, lo hubiese hecho, pero eso sí, alguna que otra hora más tarde. Por ello, al ponerla al corriente de mis pretensiones, no dudó en ofrecerse a caminar las dos primeras etapas conmigo; ello a fin de impartirme unas pequeñas nociones de orientación. Ya que ella ha transitado por aquí en varias ocasiones y conoce bien el territorio. Alicia es una amiga y colega fisioterapeuta de Irún, que como buena vasca es dura;...y si, lo digo ahora que no me escucha, y...tozuda. En fin, para cuando acabe este blog, y si llegas a leer estas letras:...Alicia, gracias,...muchas gracias por venir y acompañarme.


  Seguiremos hablando.

Día IV. 01.11.2015: Roncesvalles > Zubir821,5 Km); hoy,...cuesta abajo,...puede.


   Nos levantamos temprano, no todo lo descansados que hubiésemos deseado. Es lo que tiene pasar la noche  en un albergue público. Cerca de ti puedes pensar que ha dormido algo parecido al "Oso Yogui",  pues los decibelios de sus ronquidos pueden acabar perturbando tus sueños.


 Real Colegiata de Santa María de Roncesvalles.
   Hoy pudimos comprobar que sí;.... existía gente que se había planteado hacer el Camino en estas fechas. No sé si realmente, al igual que nosotros, lo emprendieron  en Saint Jean, ya que Roncesvalles es el punto de partida (en territorio español) que escogen muchos peregrinos.  El caso es que ayer por la noche, ya percibimos cierto movimiento de personas en las calles y bares de Roncesvalles, y esta mañana la mayoría de las terrazas de la localidad, se encontraban repletas de mochileros tomando fuerzas para emprender su camino. En concreto, nosotros, decidimos aclimatarnos en la de Casa Sabina, en donde tomamos nuestro café, y algo más, antes de afrontar los veintiún kilómetros y medio  que quedaban por delante hasta Zubiri. El color del cielo apuntaba a que sería un buen día, y así fue.



  La etapa comenzó de un modo agradable. Al principio, los kilómetros fueron en gran medida, un descenso entre bosques de hayas y robles. Pasamos por los municipios de  Burguete,  Bizkarreta, y Lintzoain, con el trámite inesperado de tener que superar el monte Mezkiritz, aunque más tarde vendría el plato fuerte..


  





  A nuestro paso por  Lintzoain, de repente, desde el cielo, nos sorprendió la silueta de  estos buitres, en el cielo. Daba la sensación, de que aguardaban a que alguno de nosotros  se convirtiera en su almuerzo del día. Supongo que conocían la orografía de la zona, trayecto, y conocían de antemano, que para los últimos kilómetros nos tocaba subir, y peor os digo, ...luego bajar, el ¡¡ALTO DEL ERRO!!; una auténtica sorpresa  para despedir lo que se suponía "un paseo".  Y yo que pensaba que ya estaba todo hecho, que Zubiri quedaba a nada en el horizonte. Te lo encuentras ahí, de bruces, al volver una de las últimas calles de Lintzoain; el suelo se comienza a inclinar delante de tus pasos, y te condena a  subir y subir, por un camino que se hace eterno hasta un falso llano. Por momentos, llegué a imaginar que ya habíamos pasado lo peor, pero no, tocó subir y subir de nuevo, llanear un buen rato sin saber bien a dónde nos dirigíamos, para luego, tener que descender todo lo subido, por un pedregoso sendero, que me hizo dudar, si fue peor el ascenso que el descenso. En cualquier caso, avisado quedas...



Zubiri, valle de Esteribar
  Y sin darme cuenta y tras salir de una zona boscosa,  me vi en el Puente de la Rabia, sobre el río Arga de Zubiri, en donde esperé a que llegase Alicia, que se había quedado algo rezagada. En estos casos, en los que caminas con más gente, si la persona que va contigo no puede mantener tu marcha, es aconsejable, siempre y cuando no tenga ningún tipo de problema,  que mantengas tu ritmo. Esta "contradictoria" recomendación se sustenta, en que caminar a una velocidad mucho más lenta de la que en teoría puedes mantener,  a que mantener,  produce realmente más agotamiento. Al fin y al cabo, el destino en cada etapa no suele contribuir a la  pérdida y el desencuentro. Y bueno, para algo están los móviles,...¿no? En cierto modo, queda el recurso más seguro: apostarte a las puertas del primer bar que encuentres a tu paso, y esperar allí para hacer reunión, y si es con una cerveza en la mano,... mejor que mejor.




Albergue Río Arga, Zubiri.
948 30 42 43
  Desde allí mismo, sobre aquel puente, y con ayuda del amigo Google,  localicé el albergue Río Arga,  que lo que son las casualidades, se encontraba a unos metros de mi, y afortunadamente resultó ser todo un acierto. Se trata de un establecimiento de tipo privado y aconsejable cien por cien: limpio, acogedor, y en una ubicación idílica;...prácticamente sobre el mismo río Arga. Además, el buen trato recibido por Santi y sus hijos, que son quienes lo regentan, hacen el lugar todavía más recomendable.  

La Posada de Roncesvalles.
 Al igual que ayer, volvimos sobre nuestros pasos para regresar, en este caso a Roncesvalles, para recoger el coche de Alicia, pues ella terminaba allí su periplo, y un servidor, se quedaba como Gary Cooper,  es decir, ..."Solo  ante el peligro". Para esa vuelta a Roncesvalles,  pensé que nada mejor que solicitar los servicios del taxi de Juan, o mejor dicho, de Ícaro, que es como le gusta a él que le llamen; todo un personaje.  Trabaja en la zona haciendo esencialmente traslados de equipajes y peregrinos. Lo conocí por azar cuando preparaba el Camino. Es una persona de esas, que cuando hablas con ellas por primera vez, te da la sensación de que ya la conocías de antes. Y allá que fuimos, sin dejar de tomar algo en el bar de la Posada de Roncesvalles, un  lugar del que cabe resaltar, fue escenario de la película "Al final del camino", protagonizada, entre otros, por los actores Fernando Tejero y Malena Alterio, y que trata precisamente de una historia que acontece en el Camino de Santiago.  


  En  Zubiri, me tocó sufrir mi primer "Adiós", el de Alicia. Quizá fue menos duro de lo que serían el resto de las despedidas que quedaban por llegar, ya que a ella sabía que tarde o temprano, la volvería a encontrar. Tengo presente que a lo largo de estos días, entrará y saldrá gente de este blog con las que lamentablemente será difícil reencontrarme.


  A través de Ícaro, he contactado con Carmen, de la empresa de transporte de equipajes "Nunca Caminaréis Solos", para que me muevan la mochila cada día y así caminar cómodamente. Tenía previsto que el traslado de la mochila me lo hicieran a lo largo de todo el recorrido pero, me he encontrado con que a estas alturas de la temporada, hay muy pocas empresas trabajando y, de momento sólo tengo asegurado que me la desplacen hasta Logroño; veremos a ver en qué queda la cosa. Por lo pronto, con Carmen más de lo mismo, es decir, cuando hablé con ella por primera vez tuve la sensación, igualmente, de que ya la conocía. Ella, además, me va a ir aconsejando sobre albergues, pensiones y otros, ...con el fin de que todo resulte más fácil.. Podrías pensar que tanto Ícaro como Carmen, se dedican a su negocio y lo cuidan con esa buena atención sin más, pero créeme, es algo diferente, especial...


  Por la noche, una vez solo en la habitación del albergue, me visitaron de nuevo los fantasmas y miedos;...esas dudas que me habían llevado a plantearme:...qué hago realmente aquí, y si seré capaz de realizar mi propósito. De momento mañana haré por coincidir con Juan y Carlos, dos chicos de Huesca con los que anduve los últimos kilómetros de la ruta de hoy. Una chica de San Sebastián que se llama Ainhoa, que está haciendo también el Camino y que se aloja igualmente  en este hostal, me ha comentado que el trayecto de mañana hasta Pamplona es cómodo,...ya veremos qué entiende ella por cómodo, pues hoy me dijeron que la tendencia era de llanos y bajadas, con alguna  que otra "subidita", y no veas en qué montaña rusa se ha convertido al final. En fin, mañana bien temprano me colocaré al final del puente y en cuanto vea pasar al primer ser humano con una mochila a su espalda, seguiré sus pasos. Espero que se dirija a Pamplona, si no...



Juan González Serrano, Pamplona,
Taxi Ícaro.
+34 68980 01 52


  ...Qué deciros de Juan González / Ícaro. Como advertí arriba, todo un personaje. Vive para y por el Camino, y por lo que nos ha contado, lleva aquí no sé cuántos años. Si alguna vez tienes la fortuna de contratar sus servicios, no te bajes de su taxi sin que te cuente la historia de su muñequito, el verdadero  Ícaro.  Me atrevería a decir que dentro de esta ruta jacobea es alguien a quien no puedes dejar de conocer.


Ícaro


  Seguiremos hablando.



Día V. 02.11.2015: Zubiri > Pamplona. Pamplonica:...Gora San Fermín (20.4 Km).


   Después de que anoche esos miedos y el cansancio;...sobre todo eso, acabaran sucumbiendo a mis sueños,  me levanté listo para caminar lo antes posible. La jornada se planteaba con cierta incertidumbre y con un tanto vértigo. Bajé al comedor del albergue y, como me había comentado Santiago (el hospedero), tenía preparado mi desayuno encima de la mesa....Yo que pensaba que me encontraba allí solo, y de repente, apareció Ainhoa, la chica donostierra con la que había conversado la noche anterior. Resulta que el chico danés con el que caminaba, había decidido salir temprano, y ella, según me confesó, estaba esperando a que abriera un poco más el día para afrontar sus primeros pasos con más seguridad. Así que le pregunté si tenía algún inconveniente en que la acompañara, y... ahí que me fui ...destino Pamplona. 
  


Puente de La Rabia, Zubiri.
Salimos del albergue y cruzamos el Puente de la Rabia, denominado así, ya que según cuenta la leyenda, durante su construcción allá por el siglo XI,   hallaron en el fondo del río las reliquias  de Santa Quiteria, la Santa a la que se atribuye la cura del mal de la rabia. Ya ves, y el tal Luis Pasteur dándoselas de que había sido él quien había dado con el antídoto que sanaba esa enfermedad....Si es que....



   
Río Arga
  Fue un recorrido fácil, y salvo alguna que otra cuestecilla, podría decir que más que una caminata de veinti  y algún kilómetros, aquello fue realmente un paseo, con el sonido relajante de la corriente del río Arga como música ambiental.   Prácticamente anduvimos todo el tiempo en torno a su rivera, y  Ainhoa, que ya había hecho el trayecto en otra ocasión, me contó que le coincidió en  un día que había llovido mucho y el río llegó a desbordarse en alguno de sus tramos, resultando ser  algo peligroso;...he ahí, su respeto, en cierto modo a que quisiera caminar con la luz del día. Paso a paso, fuimos dejando atrás: Ilarratz, Eskirotz,  Larrasoaña, Akerreta, Zuriain,  Irotz,  Vllava, Burlada. "TODAS ESAS POBLACIONES CON TODOS SUS BARES CERRADOS" hasta alcanzar una cafetería en las afueras de Pamplona;...¡Ea!, es lo que tiene, por lo visto, venir al Camino en temporada baja. Algo me dice que ésto va a ser una constante durante toda la travesía. Eso si, al llegar más tarde al hotel en el que me alojé, descubriría que debí mos tomar algún pequeño atajo y nos ahorramos un par de kilómetros no sé bien dónde, pues al parecer a la salida de Irotz nos despistamos un poco, pecamos de confianza por la facilidad de la etapa,  y al  querer tirar para Arre, que era la indicación buena,  seguimos la flecha equivocada y no anduvimos por donde transcurre el verdadero Camino Francés, que discurre realmente a través de una senda serpenteante por lo alto de una montaña;....pido para nosotros por ese error ¡¡DERECHOS HUMANOS!!



Villava.
   A estas alturas de la etapa, ya se percibía un auge mayor de gente en sobre la ruta. En nuestra parada en aquella cafetería, saludé a Juan y Carlos, los chicos de Huesca, y completamos desde allí nuestros últimos pasos hasta la capital navarra junto a Levin, un  suizo que Ainhoa había conocido en el albergue  de Saint Jean. 


  
Calle Estafeta, Pamplona.
  Una vez en Pamplona, tras despedirme de mi compañera de viaje y acompañar a Levin a la oficina de información y turismo que nos pillaba de paso, y recordaba en donde se encontraba, de mi último paso por la ciudad, me dirigí al hotel Eslava. Es un sitio al que una vez más,  llegué de la mano del amigo Google. Resultó ser del todo un acierto, ya que su céntrica localización y su relación calidad/precio lo convertían en un establecimiento idóneo. De momento, mi idea, mientras tenga asegurado el traslado de mi mochila, es ir alternando entre albergues y hoteles o pensiones. El servicio de estas compañías de transporte funciona de la siguiente manera: yo cada noche los debo llamar, o enviar un mensaje,  para acordar el destino del siguiente día. De este modo,  a la mañana siguiente, antes de salir, les dejo mi equipaje en la recepción del establecimiento, con un sobre en el que deposito el dinero por sus servicios, en el que indico a su vez el lugar al que tienen que trasladarlo de nuevo. Por norma, los hospederos conocen a la gente que hace los transportes y hay ocasiones, como es el caso de la empresa "Nunca caminareis solos" (con la que yo contacté), que cuentan con la llave de alguno de los albergues para acceder a ellos libremente. Actualmente, cada día pago por este servicio 5€, aunque en los meses de más afluencia de peregrinos, tengo constancia de que el precio es de 3€. En mi caso, lo considero una manera de poder andar con más soltura. Especialmente en estos primeros días de adaptación, con lo que en sí, ese dinero lo considero un seguro para avanzar sin problemas;...o mejor dicho,...menos problemas.



Plaza de toros de Pamplona.
   Estando donde estaba, no podía dejar de ir a recorrer los...alrededor de 875 metros de distancia de las calles por donde discurren cada mes de Julio los famosos Encierros de toros en honor a  San Fermín: Santo Domingo, Plaza del Ayuntamiento, Mercaderes, Estafeta, Telefónica, y Plaza de toros;....eso sí, anduve sin cuernos a mi espalda. No quiero ni imaginar lo que será esta travesía en plenas fiestas. El origen de ese acontecimiento se remonta a la Edad Media (siglos XII-XIII), y en base a tres celebraciones: actos religiosos en honor a San Fermín, las ferias comerciales, y las corridas de toros. A pesar de que los eventos en un principio se realizaban en torno al 10 octubre, los pamploneses, artos del mal tiempo, allá por  1591 decidieron trasladar sus fiestas al mes de  julio y hacerlas coincidir con el santo en cuestión y disfrutar de un mejor;...y desde entonces hasta hoy. No obstante,  en gran medida, su reconocimiento y difusión mundial vinieron en el siglo XX, por lo que escribió especialmente sobre ello el periodista y escritor Ernest Heningway en su novela "The sun also rises" (fFiestas), de 1926....Dicho sea de paso, el verdadero patrón de Pamplona es San Saturnino.



Mesón La Granja con su cocinero Miguel Mora.
 Supongo que para comer, hubiese merecido la pena entrar en cualquier mesón de la parte vieja de la ciudad, pero conocía a un paisano mío que se encontraba trabajando  como cocinero en uno de ellos, en el Mesón La Granja, situado en la mítica calle Estafeta 71. Con lo que fui en su busca y,... efectivamente, Miguel Mora en persona, un yeclano que desde hace unos años está al mando de sus fogones. Hace algún tiempo, en mi última visita a esta a Iruña, es la denominación de esta villa en euskera,  estuve comiendo en el Mesón El Pirineo, situado en la misma calle, pero en su número 41, del que guardo, igualmente un buen recuerdo. Si pasas por aquí, ya sabes, doy fe de cualquiera de ellos, a pesar de que ya sabes,...sobre gustos...




Plaza de. Castillo, Pamplona.


  Bien comido,  me dirigí a la Plaza del Castillo, en donde di con una lavandería gajo sus soportales en la que poner el contador de mi ropa limpia a cero. Para aprovechar el tiempo, mientras el tambor de aquella lavadora se hacía cargo de mi colada, hice un poco de logística y me fui a investigar por dónde tendría que continuar el Camino mañana; y ya te digo, si hay un lugar en el que poder afirmar que es prácticamente imposible perderse, ese es Pamplona, ya que el suelo de sus calles está repleto de conchas peregrinas que indican la dirección.



Con Ainhoa, Levin, el bombero americano, y Brian.

  ...Me encontraba estirando un poco las piernas en la cama del hotel, cuando sonó mi teléfono; apareció la voz de Ainhoa, al otro lado, para decirme que estaba con unos amigos en una cafetería, y que si me apetecía, podía ir con ellos. Por lo que...4, 3, 2, 1,...y me dirigí al encuentro de esa cerveza, por cierto, bajo la primera lluvia que hizo acto de presencia en el Camino. Una vez en el bar, y tras las presentaciones de rigor, comprobé lo limitado que era mi inglés. Menos mal que la guipuzcoana era una buena políglota y hacía de traductora intermediaria en mi conversación con: Brian, un danés que trabajaba, por lo que puede entender, como periodista deportivo; un bombero americano, que todavía no sé como se llama y Levin, un chico suizo que había conocido por la mañana. Al parecer,  Ainhoa les había hablado de mi, y estaban algo perplejos y sorprendidos al saber de mi limitación visual y que me había embarcado en esta aventura yo solo. Les intenté explicar que, de entrada, eso no es del todo un problema, que únicamente es un punto más de dificultad y aclaré (como ya advertí anteriormente) que mi intención era, cuando me encontrara algo perdido, ir tras los pasos del primer mochilero que viera al pasar,  pero vamos,  no sería ya  necesario, ya que me dijeron que al día siguiente (a las 08:00 PM), me esperarían en el mismo sitio para dirigirnos juantos al siguiente destino: Puente la Reina. Por lo visto, los Dioses me sonreían.



    Finalmente, tras dejar atrás unos cuantos vinos y cervezas, nos retiramos implorando para que amaneciera un día sin lluvia. De lo contrario, nos veríamos casi obligados a despedirnos de Ainhoa, ya que a pesar de su intención inicial de llegar a Logroño, no vino del todo preparada para el mal tiempo,...un plan de última hora, de:...si llueve me vuelvo y punto....Crucemos los dedos.



Ainhoa Iruretagoiena,
Zarautz, Guipúzcoa.
  Y ahí esta ella, con su pañuelo al cuello. Ainhoa es una chica de Zarautz (Guipúzcoa) a la  que le fascina vivir el mundo del Camino, y mientras no encuentra trabajo como topógrafa, que es lo que ha estudiado, cada vez que tiene unos días, se escapa y completa unas cuantas etapas. Aunque por lo que hemos hablado a lo largo de la jornada, pienso que viene aquí a tomar aire y encontrarse consigo misma. Algo me dice que mañana se despedirá de nosotros. Es un mal presagio....



  Seguiremos hablando.