Día XXXVIII. 05.12.2015: Santiago de Compostela > Yecla (947.4 Km);...éxodo.

Estación del tren de Santiago de Compostela.

    En fin, treinta y siete días después ahí estaba yo de nuevo, aunque  sobre el andén de la estación del tren de Santiago de Compostela. A punto de subir me a ese tren que  cruzará en diagonal la península ibérica para dejarme en la estación de Villena (Alicante); unos   947.4 Km más allá, en donde tengo que suponer habrá un coche esperándome para llevarme a Yecla, mi destino final:...qué extraño resultaba todo.  

Estatua en homenaje al peregrino,
Fisterra.

  ...Lo que son las sorpresas. Al rato de salir de Santiago, recibí  un what's App de los argentinos, Bárbara y Nacho,  diciéndome que les esperara en Santiago, que iban de vuelta de su periplo a Fisterra. Por las fotos que  me han enviado, es evidente que tuvieron más suerte que nosotros, . De hecho, esta estatua de homenaje a los peregrinos, que se encuentra en el recorrido que va del albergue de Fisterra al Faro, pasó totalmente desapercibida para nosotros en medio de aquella tempestad.

Bárbara Di Lorio y Nacho Ferranti, cabo Fisterra.

Supongo que lo idóneo hubiese sido que hubieran traído de casa una bandera de Argentina y la hubiesen clavado junto a ellos al llegar. A bien seguro para ellos,...¡qué digo para ellos!;...para todos viene a ser como el haber conquistado la cumbre de una montaña. Bárbara y Nacho se encuentran justo al otro extremo de esa línea imaginaria que hay entre este mojón, y aquel cartel en el que mi amiga Alicia me fotografió al salir de Saint Jean Pied de Port, en el que se indicaba que estaba en el Km 0 del  Camino. No obstante, y ahora que lo pienso, aquellos franceses con los que coincidimos en el Alto de Castrojeriz, llegaron hasta aquí por el Camino de la costa, y tomaron este punto como su Km 0 para emprender su Camino francés a la inversa;...¿por dónde andarán ahora?.

Faro de Fisterra.

  Visto así, a la luz de un día despejado tengo que reconocer que la apariencia del faro me defraudó un poquito. Yo conocía el faro de Hércules de A Coruña, construido a principios del siglo XIV, y antes de venir a Fisterra me había imaginado su faro al estilo de aquel. Por lo que al llegar ayer, y descubrir en qué consistía el edificio en cuestión,  la idea que había creado en mi cabeza se desvaneció. Ya ves, hace algo más de veinticuatro horas sólo faltaba el arca de Noé zozobrando en el horizonte. 

Chemtrails

   Y ahora viene lo más difícil: ¿Cómo sellar el fin de esta historia? Supongo que lo fácil sería contarte que fue un buen viaje de regreso, marcado una vez más por unos Chemtrails sobre el cielo de Madrid, y que nunca mejor dicho, todo fue a pedir de boca. Pero valga la redundancia, y dejando atrás lo que dejo, digamos que esa afirmación no sería la acertada, pues a lo largo de, las casi diez horas que estuve sentado en aquel vagón, la mente inconscientemente no dejaba de  llevarme a instantes puntuales de lo que había sido esta aventura. Con lo que he pensado, que  poco a poco, y cuando ordene todos los momentos vividos y se enfríen mis emociones, buscaré la manera adecuada de despedirme. Así que para no alargarme en exceso,  y como buen amante del cine que soy, he decidido despedirme con las mismas palabras con las que lo hizo  Dick Deckard  en la película  Blade Runner:

  "Yo,...he visto cosas que vosotros no creeríais; atacar naves en llamas;...he visto rayos en la oscuridad;...todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas de lluvia".

  Seguiremos hablando.