miércoles, 2 de noviembre de 2016

Día IV. 01.11.2015: Roncesvalles > Zubir821,5 Km); hoy,...cuesta abajo,...puede.


   Nos levantamos temprano, no todo lo descansados que hubiésemos deseado. Es lo que tiene pasar la noche  en un albergue público. Cerca de ti puedes pensar que ha dormido algo parecido al "Oso Yogui",  pues los decibelios de sus ronquidos pueden acabar perturbando tus sueños.


 Real Colegiata de Santa María de Roncesvalles.
   Hoy pudimos comprobar que sí;.... existía gente que se había planteado hacer el Camino en estas fechas. No sé si realmente, al igual que nosotros, lo emprendieron  en Saint Jean, ya que Roncesvalles es el punto de partida (en territorio español) que escogen muchos peregrinos.  El caso es que ayer por la noche, ya percibimos cierto movimiento de personas en las calles y bares de Roncesvalles, y esta mañana la mayoría de las terrazas de la localidad, se encontraban repletas de mochileros tomando fuerzas para emprender su camino. En concreto, nosotros, decidimos aclimatarnos en la de Casa Sabina, en donde tomamos nuestro café, y algo más, antes de afrontar los veintiún kilómetros y medio  que quedaban por delante hasta Zubiri. El color del cielo apuntaba a que sería un buen día, y así fue.



  La etapa comenzó de un modo agradable. Al principio, los kilómetros fueron en gran medida, un descenso entre bosques de hayas y robles. Pasamos por los municipios de  Burguete,  Bizkarreta, y Lintzoain, con el trámite inesperado de tener que superar el monte Mezkiritz, aunque más tarde vendría el plato fuerte..


  





  A nuestro paso por  Lintzoain, de repente, desde el cielo, nos sorprendió la silueta de  estos buitres, en el cielo. Daba la sensación, de que aguardaban a que alguno de nosotros  se convirtiera en su almuerzo del día. Supongo que conocían la orografía de la zona, trayecto, y conocían de antemano, que para los últimos kilómetros nos tocaba subir, y peor os digo, ...luego bajar, el ¡¡ALTO DEL ERRO!!; una auténtica sorpresa  para despedir lo que se suponía "un paseo".  Y yo que pensaba que ya estaba todo hecho, que Zubiri quedaba a nada en el horizonte. Te lo encuentras ahí, de bruces, al volver una de las últimas calles de Lintzoain; el suelo se comienza a inclinar delante de tus pasos, y te condena a  subir y subir, por un camino que se hace eterno hasta un falso llano. Por momentos, llegué a imaginar que ya habíamos pasado lo peor, pero no, tocó subir y subir de nuevo, llanear un buen rato sin saber bien a dónde nos dirigíamos, para luego, tener que descender todo lo subido, por un pedregoso sendero, que me hizo dudar, si fue peor el ascenso que el descenso. En cualquier caso, avisado quedas...



Zubiri, valle de Esteribar
  Y sin darme cuenta y tras salir de una zona boscosa,  me vi en el Puente de la Rabia, sobre el río Arga de Zubiri, en donde esperé a que llegase Alicia, que se había quedado algo rezagada. En estos casos, en los que caminas con más gente, si la persona que va contigo no puede mantener tu marcha, es aconsejable, siempre y cuando no tenga ningún tipo de problema,  que mantengas tu ritmo. Esta "contradictoria" recomendación se sustenta, en que caminar a una velocidad mucho más lenta de la que en teoría puedes mantener,  a que mantener,  produce realmente más agotamiento. Al fin y al cabo, el destino en cada etapa no suele contribuir a la  pérdida y el desencuentro. Y bueno, para algo están los móviles,...¿no? En cierto modo, queda el recurso más seguro: apostarte a las puertas del primer bar que encuentres a tu paso, y esperar allí para hacer reunión, y si es con una cerveza en la mano,... mejor que mejor.




Albergue Río Arga, Zubiri.
948 30 42 43
  Desde allí mismo, sobre aquel puente, y con ayuda del amigo Google,  localicé el albergue Río Arga,  que lo que son las casualidades, se encontraba a unos metros de mi, y afortunadamente resultó ser todo un acierto. Se trata de un establecimiento de tipo privado y aconsejable cien por cien: limpio, acogedor, y en una ubicación idílica;...prácticamente sobre el mismo río Arga. Además, el buen trato recibido por Santi y sus hijos, que son quienes lo regentan, hacen el lugar todavía más recomendable.  

La Posada de Roncesvalles.
 Al igual que ayer, volvimos sobre nuestros pasos para regresar, en este caso a Roncesvalles, para recoger el coche de Alicia, pues ella terminaba allí su periplo, y un servidor, se quedaba como Gary Cooper,  es decir, ..."Solo  ante el peligro". Para esa vuelta a Roncesvalles,  pensé que nada mejor que solicitar los servicios del taxi de Juan, o mejor dicho, de Ícaro, que es como le gusta a él que le llamen; todo un personaje.  Trabaja en la zona haciendo esencialmente traslados de equipajes y peregrinos. Lo conocí por azar cuando preparaba el Camino. Es una persona de esas, que cuando hablas con ellas por primera vez, te da la sensación de que ya la conocías de antes. Y allá que fuimos, sin dejar de tomar algo en el bar de la Posada de Roncesvalles, un  lugar del que cabe resaltar, fue escenario de la película "Al final del camino", protagonizada, entre otros, por los actores Fernando Tejero y Malena Alterio, y que trata precisamente de una historia que acontece en el Camino de Santiago.  


  En  Zubiri, me tocó sufrir mi primer "Adiós", el de Alicia. Quizá fue menos duro de lo que serían el resto de las despedidas que quedaban por llegar, ya que a ella sabía que tarde o temprano, la volvería a encontrar. Tengo presente que a lo largo de estos días, entrará y saldrá gente de este blog con las que lamentablemente será difícil reencontrarme.


  A través de Ícaro, he contactado con Carmen, de la empresa de transporte de equipajes "Nunca Caminaréis Solos", para que me muevan la mochila cada día y así caminar cómodamente. Tenía previsto que el traslado de la mochila me lo hicieran a lo largo de todo el recorrido pero, me he encontrado con que a estas alturas de la temporada, hay muy pocas empresas trabajando y, de momento sólo tengo asegurado que me la desplacen hasta Logroño; veremos a ver en qué queda la cosa. Por lo pronto, con Carmen más de lo mismo, es decir, cuando hablé con ella por primera vez tuve la sensación, igualmente, de que ya la conocía. Ella, además, me va a ir aconsejando sobre albergues, pensiones y otros, ...con el fin de que todo resulte más fácil.. Podrías pensar que tanto Ícaro como Carmen, se dedican a su negocio y lo cuidan con esa buena atención sin más, pero créeme, es algo diferente, especial...


  Por la noche, una vez solo en la habitación del albergue, me visitaron de nuevo los fantasmas y miedos;...esas dudas que me habían llevado a plantearme:...qué hago realmente aquí, y si seré capaz de realizar mi propósito. De momento mañana haré por coincidir con Juan y Carlos, dos chicos de Huesca con los que anduve los últimos kilómetros de la ruta de hoy. Una chica de San Sebastián que se llama Ainhoa, que está haciendo también el Camino y que se aloja igualmente  en este hostal, me ha comentado que el trayecto de mañana hasta Pamplona es cómodo,...ya veremos qué entiende ella por cómodo, pues hoy me dijeron que la tendencia era de llanos y bajadas, con alguna  que otra "subidita", y no veas en qué montaña rusa se ha convertido al final. En fin, mañana bien temprano me colocaré al final del puente y en cuanto vea pasar al primer ser humano con una mochila a su espalda, seguiré sus pasos. Espero que se dirija a Pamplona, si no...



Juan González Serrano, Pamplona,
Taxi Ícaro.
+34 68980 01 52


  ...Qué deciros de Juan González / Ícaro. Como advertí arriba, todo un personaje. Vive para y por el Camino, y por lo que nos ha contado, lleva aquí no sé cuántos años. Si alguna vez tienes la fortuna de contratar sus servicios, no te bajes de su taxi sin que te cuente la historia de su muñequito, el verdadero  Ícaro.  Me atrevería a decir que dentro de esta ruta jacobea es alguien a quien no puedes dejar de conocer.


Ícaro


  Seguiremos hablando.



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