Y ahí estaba yo, sobre el andén de la estación del tren de Villena (Alicante), con el vagón al que me tenía que subir a mi espalda. Mi intención era ir a Valencia, donde en teoría, se encontraba el punto de recogida del servicio de transporte BlaBlaCar con el que trasladarme a Pamplona, lugar éste en el que me esperaría mi amiga Alicia de Irún, quien se había animado a hacer las dos primeras etapas del Camino conmigo. Desde la capital navarra teníamos previsto ir con su coche hasta Saint Jean Pied de Port (Francia), el lugar en el que al parecer, la mayoría de guías de la ruta jacobea establecen el Kilómetro 0 del Camino denominado Francés.
Estación del tren de Villena, Alicante. |
Todo iba, como se suele decir, a pedir de boca, y el viaje se me estaba haciendo tan corto, que una llamada de teléfono (un tanto extendida), me hizo no escuchar el aviso de esa voz femenina que dijo por megafonía: "próxima estación con parada, Valencia". Con lo que, en efecto, sin tener constancia de ello, me pasé de estación y cuando me encontraba plácidamente sentado sobre mi asiento, el mensaje por los altavoces de: "...Próxima estación con parada,...Castellón", encendió todas mis alarmas y me llevó a saltar de aquel tren casi en marcha. Afortunadamente para mi, si es que se puede decir ésto, recordé que Toni, el chico del BlaBlaCar, me había comentado que tenía que recoger a un pasajero en Sagunto, a una media hora de donde de mi posición, así que me apresuré a contactar con él, para implorarle que me esperara unos minutos allí. Teniendo en cuenta que todavía debía subir hasta Sagunto, el tráfico y demás, seguramente la tardanza no sería muy grande, con lo que pillé un taxi, y en una exhalación y jugándose unos puntos del carnet de conducir, el taxista me dejó felizmente en mi "destino"....Eso si, pagué más por el trayecto Castellón-Sagunto, que por el viaje a Pamplona;...sin duda el primer daño colateral del primer día. Una vez en ruta, por fin el viento sopló a mi favor, pues al comentar a Toni que mi amiga se encontraba en Irún, me propuso que, si quería, me podía dejar allí, ya que él en realidad, se dirigía a Bayona. Así,...dejamos a mis compañeros de viaje del "BlaBla" y Pamplona atrás y le ganamos algo de tiempo al reloj....Y yo que pensaba que las aguas por fin volvían a su cauce. En aproximadamente una hora, me encontraba en una rotonda al borde de la frontera de Francia (justo antes del denominado túnel de Behobia), de tal diámetro, que Alicia, que se había puesto a esperarme al otro lado del punto en el que yo me situaba, no alcanzaba a dar conmigo, y eso que ambos, por teléfono decíamos estar justamente allí, en aquella rotonda.
Tony DJ BlaBlaCar a la altura de Zaragoza. |
Tras unos momentos confusos,...¡POR FIN!, el coche de mi amiga aparcaba a mi lado y yo procedí a despedirme de Toni., del que no había comentado que, trabaja de DJ, y por lo que he podido constatar, de cierta relevancia en esa disciplina musical, ya que a Bayona se dirige, precisamente a eso, a poner música de fondo en la pista de baile para la clausura de no sé qué convención. Por no hablar, de las miles de personas que he podido comprobar que le siguen en Twitter y Facebook. En fin, Toni, si acabas dando alguna vez con estas letras,...GRACIAS POR ESPERARME.
Oficina del Peregrino de Saint Jean Pied de Port. |
Con la noche acechando sobre la aquella carretera, recorrimos los casi ochenta kilómetros que habían hasta Saint Jean Pied de Port, y Alicia aparcaba su coche en su Place du Trinquet, a las mismas puertas del hotel Itzalpea, el lugar en el que nos íbamos a hospedar, en donde nos instalamos, y sin perder un momento, nos apresuramos a buscar la Oficina del Peregrino, para conseguir las credenciales y la documentación imprescindible antes de que ésta cerrara, con el fin de disponer de la misma mañana al emprender la marcha.
Torre de la iglesia de Santa María,
Puerta de Notre Dame.
Puente sobre el río Nive.
Saint Jean Pied de Port.
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Y ahora sí, se puede decir que de una manera más sosegada, tuvimos tiempo para hacer una pequeña visita nocturna por la villa francesa y recorrer su Rue d'Espagne, una calle que el paso del tiempo no ha variado en exceso su apariencia. Al igual que sucede con el resto de callejuelas del interior su recinto amurallado. Y no siendo París, y salvando las distancias, pasamos a través de su Porte de Notre Dame, que cruza de un lado a otro la torre de la iglesia de Santa María, un templo construido aquí en el siglo XIII, donde llegamos por el puente medieval sobre el río Nive.. Hasta el siglo XVI, Sain Jean Pied de Port se consideró territorio del Reino de Navarra, y era la capital de la denominada "baja Navarra". Pero el hecho de ser un enclave fronterizo, lo convertía en un punto caliente susceptible de continuos conflictos territoriales, un aspecto que suponía por aquel entonces al monarca Carlos I, rey de navarra, tal coste económico para sus arcas, que le llevó a prescindir de este territorio al otro lado de los Pirineos. Y poco a poco, como el que no quiere la cosa, en 1629 pasó a ser de dominio francés. Con respecto a la tradición de establecer en este lugar el comienzo de la ruta jacobea conocida como Camino Francés, parece ser que tiene su origen, en que era la villa donde coincidían los peregrinos que iban a Santiago de Compostela para ganarse el jubileo, procedentes de las regiones de París, de La Puy, y de Vecelay. Pero vamos, lo dejo en "Parece ser".
Luego, para cerrar el día, no hubo mejor final que toparnos con un bar con música en directo, en el que echamos unas cervezas (diré que dos, que mañana hay que caminar). La previsión para la etapa, es dejar el coche de Alicia en Saint Jean Pied de Port con nuestro equipaje, y de ese modo, afrontar lo que es esa primera camianta, cargando lo mínimo.
Dentro de las secuelas que ha dejado este primer día, he de mencionar, que la gorra que llevo puesta en la primera foto, ha quedado en algún lugar al otro lado de la frontera francesa. Seguramente, en eso que pasé mi equipaje al coche de Alicia, debió caerse al suelo, y..."Au revoir";...y yo que la compré ex profeso en el mercado de Portobello de Londres para que me acompañara en esta aventura....En fin, ya tengo el pretexto para volver a comprar otra, y ahora, dulces sueños.
Dentro de las secuelas que ha dejado este primer día, he de mencionar, que la gorra que llevo puesta en la primera foto, ha quedado en algún lugar al otro lado de la frontera francesa. Seguramente, en eso que pasé mi equipaje al coche de Alicia, debió caerse al suelo, y..."Au revoir";...y yo que la compré ex profeso en el mercado de Portobello de Londres para que me acompañara en esta aventura....En fin, ya tengo el pretexto para volver a comprar otra, y ahora, dulces sueños.
Seguiremos hablando.
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